Accidentes climáticos y ambientals
- Estrés termal
- Quemaduras de sol en frutas
- Amarilleo fisiológico de frutos.
Este amarilleo es el resultado de una reacción local de la corteza expuesta al sol; tiende a desvanecerse a medida que madura la fruta. Cabe señalar que determinadas variedades son más sensibles a él, en particular las variedades con follaje bastante limitado, a menudo del tipo sexual monoico.
- Quemaduras de sol de hojas
Este accidente climático no tiene consecuencias para las plantas. En tal situación, puede ser recomendable ventilar los refugios porque el clima húmedo podría favorecer el desarrollo de plagas aéreas.
- Cicatriz estilar corchosa en la fruta
Esta enfermedad apenas afecta a las variedades de melón Charentais del tipo monoico, estas variedades en general tienen una cicatriz estilo poco marcada. En variedades andromonoicas donde la cicatriz suele ser más grande, puede ser muy perjudicial.
- Corona y raíces corchosas no parasitarias
Las raíces y la corona del melón tienen una tendencia natural a suberizarse fácilmente cuando se encuentran con condiciones ambientales desfavorables en el suelo, como temperaturas demasiado bajas, por ejemplo, con o sin exceso de agua. El collar con la corteza corchosa también muestra ráfagas longitudinales más o menos significativas (figura 6).
Las tormentas acompañadas de fuertes lluvias y granizo pueden causar lesiones en todos los órganos aéreos del melón. De hecho, el granizo, al golpear las hojas, provoca agujeros y desgarros que pueden alterar mucho su potencial fotosintético posteriormente, algunas hojas quedando completamente trituradas (figura 7).
Los granizos también son causantes de cambios necróticos parduscos, estallidos más o menos pronunciados en su punto de impacto en el tallo , pecíolos y pedúnculos (figura 8).
En general, la distribución en el cultivo de frutos afectados será generalizada.
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- viento fuerte
Las hojas jóvenes de melón arrugadas, masticadas por un fuerte viento, muestran posteriormente lesiones necróticas intervenosas (Figura 10). A menudo habrá un desfase entre los efectos del viento y la expresión de los síntomas foliares que aparecerán más tarde en los estratos foliares más desarrollados.
- Depósitos de polen
Los productores a veces se sorprenden al observar algunas manchas de color leonado en la superficie de las hojas y frutos de melón. Estos están ligeramente levantados y tienen un aspecto polvoriento. Cuando los frotas con el dedo, puedes ver que en realidad son depósitos superficiales que se pueden eliminar con mucha facilidad. Su origen se puede dilucidar fácilmente: para ello basta con observar las abejas en los cultivos de melón que polinizan. Sus patas están cargadas con numerosos granos de polen agregados en forma de "bolas" a veces voluminosas. Estos últimos, cuando han alcanzado un cierto tamaño y durante períodos de tiempo húmedo, caen sobre las hojas (figura 12) y frutos (figura 13), particularmente de melón o calabacín.