Principales síntomas
Agallas blancas más o menos grandes y regulares caracterizan la presencia de nematodos pertenecientes al género Meloidogyne spp. en el sistema radicular del melón (Figuras 1 y 2). Estos gradualmente se vuelven marrones y suberizan a medida que evolucionan, y su número y forma dependen de la especie predominante y de la tasa de inóculo en el suelo.
Las dos especies más reportadas en melón, M. incognita y M. javanica , causan grandes agallas que a veces cubren todo el sistema de raíces (Figuras 3 y 4). También se observan hinchazones longitudinales más o menos tortuosos y extensos (figura 5).
Un corte transversal de las agallas permite resaltar las hembras maduras (figura 6), confirmando así el parasitismo de estos nematodos.
Estas alteraciones radiculares interrumpen la absorción de agua y elementos minerales y, por tanto, el desarrollo de plantas que presentan un crecimiento más o menos reducido. El follaje puede ser clorótico y el marchitamiento (Figuras 7 y 8) a veces ocurre durante las horas más calurosas del día. Las hojas inferiores de las plantas gravemente afectadas muestran una senescencia temprana.
Se reducen el tamaño fruto y los rendimientos.