Daños y molestias

 

  • Hojas

Conocido desde hace más de dos siglos, los síntomas provocados por Colomerus vitis aparecen en la primavera por la formación de agallas en las hojas (Figuras 1 y 2). Así, en la cara superior del limbo se ven pequeñas ampollas, más o menos sustanciales, que provocan la deformación de este último (figuras 3 y 4). En el envés, proliferan los pelos blanquecinos hipertrofiados, que posteriormente enrojecen (Figuras 5 a 7).

 

  • Pecíolos, zarcillos, botones florales

Los pecíolos, zarcillos o botones florales (Figuras 8 y 9) también pueden revelar el crecimiento excesivo de pelos agrandados. El plumón bastante denso que se forma inicialmente es blanco, luego adquiere un tono rosado más o menos pronunciado según la variedad de uva, o incluso de marrón a rojo con el tiempo. Estas zonas pilíferas se deben al desarrollo de las células de la epidermis a raíz de las picaduras nutricionales de los Phytoptes que se protegen dentro de estas redes de pelos hipertrofiados. En ataques severos, las hojas enteras pueden ampollarse y cubrirse con un plumón blanquecino en la parte inferior.

 

Las agallas formadas en las inflorescencias causan flacidez de las flores afectadas, pero esto es bastante raro. Los ataques a las ramitas pueden dar a las vides jóvenes una apariencia tupida, con brotes atrofiados que recuerdan los síntomas de los nudos cortos; las ramas formadas posteriormente no se pueden utilizar para la poda de formación. En las vides más viejas, los ataques son menos dañinos. A veces observamos una caída de hojas severamente atacadas.

Tenga en cuenta que el vínculo entre la gravedad del daño foliar y las pérdidas cualitativas o cuantitativas observadas en la cosecha es con

Última modificación:06/11/21
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Figura 1
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Figura 2
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Figura 3
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Figura 4
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Figura 6
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Figura 7
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