Varias mutaciones genéticas o aberraciones cromosómicas (en la constitución de los cromosomas o en su número) ( anomalías genéticas ) son responsables de cambios en el color y / o forma de los folíolos y hojas de los tomates. En cuanto a las deformaciones foliares, podemos observar foliolos más o menos "arrugados", enrollados en relación a su eje o su plano; los tejidos son más gruesos (Figuras 1 a 4).

 

También debe tenerse en cuenta que las plantas suelen ser estériles (de ahí su nombre de " mutantes estériles ") y que con bastante frecuencia adquieren un aspecto tupido. En cultivo pueden aparecer varios tipos de plantas estériles (Figuras 5 y 6).

 

El tipo más común ocurre como plantas con hojas reducidas, distorsionadas y, a menudo, enrolladas, con pelos mucho menos largos en los tallos, hojas y tallos de flores que las plantas normales. Otro tipo se manifiesta como plantas más vigorosas, con follaje más oscuro y foliolos más grandes; el tallo y los tejidos suelen ser más gruesos ( llaman a este tipo " plantas toro los anglosajones ").

Estas "quimeras" deben ser consideradas como curiosidades sin consecuencias para la cultura. De hecho, en la mayoría de los casos, una proporción muy pequeña de plantas se ve afectada. Se clasifican en enfermedades fisiológicas; no deben confundirse con enfermedades virales o fitotoxicidades y de ninguna manera son transmisibles a las plantas circundantes.

Otras anomalías genéticas que afectan la producción de clorofila en los tomates se describen en el capítulo las Anormalidades de la coloración de hojas . Varios desórdenes genéticos afectan los frutos del tomate; se detallan en gran medida en el capítulo dedicado a este órgano.

Última modificación:05/05/21