Principales síntomas
Agallas más o menos grandes y regulares en las raíces caracterizan la presencia de Meloidogyne spp. (figuras 1 a 8). La naturaleza e importancia de las agallas dependen de la especie y la tasa de inóculo del suelo de estos nematodos (Figura 4).
Las agallas producidas por M. hapla son bastante pequeñas porque invaden los meristemos apicales y por tanto afectan a una menor proporción de las raíces, mientras que las inducidas por M. arenaria son del tamaño de una perla y afectan a casi todas las raíces.
Las otras dos especies principales causan grandes agallas que a veces cubren todos los sistemas de raíces.
Estas alteraciones de las raíces interrumpen el desarrollo de la lechuga, que presenta un crecimiento reducido. Además, algunas hojas pueden ser cloróticas y el marchitamiento a veces ocurre durante las horas más calurosas del día.
Un corte transversal de las agallas permite resaltar las hembras maduras, confirmando así el parasitismo de estos nematodos (figura 9).