Accidente climático (collar quebradizo)
Las lechugas tiernas cultivadas en el campo son particularmente sensibles al viento. Su cuello está particularmente estresado cuando el viento sopla continuamente. Los tejidos de las plantas sufren tensiones mecánicas y fricción muy localmente con el suelo circundante y forman cimientos de cicatrices corchosas. Estos ya no permiten que los tejidos se desarrollen normalmente debido a su pérdida de elasticidad. Así, el collar se "estrangula" gradualmente y se rompe fácilmente cuando las plantas han alcanzado un cierto tamaño (figuras 1 a 3) ( collar quebradizo ). Podemos suponer que estos tejidos suberizados, a veces esponjosos, pueden ser invadidos por microorganismos secundarios amplificando el fenómeno de suberización y en ocasiones dando a los tejidos un color más oscuro.
Es difícil evitar este problema tan natural. Preferiblemente, las parcelas están menos expuestas al viento.