Después de fuertes lluvias, acompañadas de granizo, no es raro observar en los cultivos de tomate a campo abierto daños significativos ( lesiones por granizo ), especialmente cuando se cultivan en plano. De hecho, este modo de producción los hace especialmente vulnerables al granizo. Estos últimos, al golpear los folíolos, provocan agujeros y desgarros (figura 1), que pueden alterar en gran medida su potencial fotosintético posteriormente. Algunas hojas se pueden triturar totalmente. Tenga en cuenta que estas diferentes lesiones también pueden promover la instalación de varios patógenos. Los granizos también son causantes de cambios necróticos parduscos, estallidos más o menos pronunciados en su punto de impacto en el tallo (figura 2), pero especialmente en los frutos.
 

De hecho, los frutos son especialmente vulnerables a los granizos que, cuando los golpean, provocan estallidos más o menos pronunciados en los puntos de impacto. Posteriormente aparecen lesiones parduscas en los puntos de impacto (figuras 3 a 5) más o menos suberizadas, que en ocasiones recuerdan las manchas corchosas provocadas por Xanthomonas spp ..

Cabe señalar que a raíz de dicho daño, muchos de los microorganismos descritos en este capítulo, oportunistas o no, pueden aprovechar las heridas provocadas por los impactos de granizo para penetrar más fácilmente en los frutos y posteriormente inducir pudriciones.

Última modificación:05/05/21