Principales síntomas
Al igual que con TMV , los síntomas causados por el virus del mosaico del tomate (ToMV) son muy variados y bastante comparables. Además de provocar una ralentización en el crecimiento de las plantas , pueden aparecer diversas anomalías de coloración en folíolos y hojas : adelgazamiento de las nervaduras, jaspeado, un mosaico más o menos contrastante, en zonas verdes, amarillas o incluso blancas (aucuba) (Figuras 1 y 2). La hoja también está más o menos estampada y apretada. Al igual que con TMV, los folíolos y las hojas son filiformes en condiciones invernales, debido a la falta de luz en las plantas cultivadas en refugios.
También podemos ver la caída de flores . Los frutos , cuando están maduros, son pequeños y, a veces, más o menos llenos de baches. También sufren decoloraciones amarillas (figura 3), a veces en forma de anillos, así como cambios necróticos internos localizados en los tejidos vasculares ( pardeamiento interno ). Estos síntomas pueden estar presentes en frutos verdes o maduros cuando la planta tiene una apariencia saludable. Cuanto antes los ataques, más impacto tienen en los rendimientos; las infecciones tardías no tienen consecuencias para la producción.
Dado el modo de transmisión de este virus (por contacto), la distribución de las plantas enfermas en el cultivo suele ser en línea, especialmente cuando las infecciones están vinculadas a las operaciones de cultivo que se realizan siguiendo las hileras. Tenga en cuenta que, en general, los síntomas pueden variar en intensidad según la cepa, el cultivo, la etapa de infección, la temperatura, la intensidad de la luz, el contenido de nitrógeno y boro en el suelo. Por tanto, las altas temperaturas contribuyen a aliviar los síntomas foliares.
Por el contrario, las variedades de tomate que poseen los “ genes Tm2 ” o “ ” Tm2 2 pueden producir, en condiciones de alta temperatura, reacciones necróticas en presencia de cepas comunes de ToMV y TMV.
Las infecciones mixtas entre ToMV y otros virus son muy comunes, especialmente con CMV, PVY En este caso, los síntomas suelen ser más graves. Recordemos, a modo de ejemplo, la coinfección ToMV-PVX que provocó la aparición del síntoma grave denominado por los anglosajones “doble racha”.