Daño, molestia

Las diferentes especies de cochinillas que se encuentran en la vid son todas especies polífagas y, para algunas, plagas graves en cultivos distintos de la vid. Los insectos que pican y chupan, las cochinillas al insertar sus piezas bucales en los tejidos del huésped causan lesiones y la absorción prolongada de la savia puede inducir un debilitamiento de la planta en caso de alta densidad. Coccidae y Pseudococcidae se alimentan del floema, mientras que Diaspididae muerde el parénquima cortical.

Las cochinillas que muerden el floema excretan una melaza dulce que atrae a las hormigas que protegen estas plagas para este propósito. Además, esta melaza promueve el desarrollo de la fumagina, un hongo con micelio negro, que al desarrollarse en la superficie de hojas y bayas, perjudica la calidad de la cosecha. Las hormigas, por otro lado, pueden participar en la propagación de las cochinillas transportando las larvas. La presencia de hormigas en las vides es un buen indicio de infestación por cochinillas.

La más grave es la potencial transmisión de virus por picadura de determinadas especies como Parthenolecanium corni, Pulvinaria vitis , Heliococcus bohemicus y Phenacoccus aceris , siendo las partículas virales inoculadas por estos insectos. Los más dañinos para la vid son los virus del enrollamiento de las hojas, virus asociado al enrollamiento de las hojas de la vid (GLRaV) (Figuras 1 y 2).