Biología, epidemiología
- Conservación, fuente de inóculo
El Fusarium spp. se conservan en el suelo, en particular en restos vegetales, gracias a sus clamidosporas. Pueden almacenarse allí durante más o menos tiempo según la especie, a menudo varios años. El papel que juega su forma sexual (tanto para asegurar su conservación como para su difusión) no suele ser bien conocido. Las semillas pueden infectarse y, por lo tanto, garantizar la sostenibilidad y la difusión de ciertos Fusarium .
- Penetración, invasión
Las hifas de estos hongos penetran a través de la epidermis o a través de heridas. Puede tener lugar a través del pedúnculo y el extremo estilo. El micelio que se encuentra en los tejidos se desarrolla inter e intracelularmente y los invade y destruye. Una vez en el fruto, llega a la pulpa y coloniza la cavidad donde se encuentran las semillas, eventualmente infectándolas.
- Diseminación de la esporulación
Muchos Fusarium esporulan profusamente en tejidos dañados o cercanos: se pueden formar esporodoquios (Figuras 1 y 2), macrocónidos (Figuras 3 y 4), microconidios y clamidosporas. Este inóculo potencial representa importantes fuentes de contaminación en el origen de la muy fácil diseminación de estos hongos. Se dispersan en particular por el viento, las salpicaduras y la escorrentía de agua, equipos y herramientas. Tenga en cuenta que durante la labranza, el inóculo se redistribuye en la parcela y se disemina mediante el equipo de labranza.
Las semillas pueden contaminarse y asegurar su transmisión y conservación.
- Condiciones favorables para su desarrollo
Las condiciones de temperatura favorables a estos hongos pueden variar según la especie. En general, las temperaturas suaves y la humedad son condiciones muy favorables para su parasitismo.